UN AMOR VERDADERO. Capitulo 14: Rescate

Jacob

Sebastian había sido lo suficientemente listo como para saber que lo ultimo que se nos pasaría por la cabeza es que estaría tan cerca. Tampoco contaba con que Alice, por fin consiguiera verlo.

Lo único que nos jugaba en contra era que Alice no lograba ver nada más mientras la mana estuviera implicada; ella solo había logrado superar eso conmigo. Esto era un riesgo añadido, una simple complicación más...Pero teníamos lo mas importante, el factor sorpresa y una ganas locas de rescatar a Ness.

-Vosotros ir por aquella parte.- Y Carlisle les apunto hacia la parte norte de aquella enorme mansión a Leah, Seth, Embry, y Emmet. -Sam, Paul, Jared, Collin y Brady hacia la parte sur. Jasper, Esme, Alice, Rose y el resto id de este a oeste. Jake, Bella y Edward, venid conmigo.-

No fue hasta que dejamos de ver al ultimo grupo cuando nos decidimos a avanzar.

-Nos dejé la mejor parte para nosotros.- Dijo el patriarca sonriente y Edward le respondió con una mueca, como si quisiera sonreír y no pudiese. Llevo varias noches saliendo a patrullar y descubrí donde se esconde ese desgraciado; Esa es su habitación.- Señaló con un dedo a una pared en la que no había nada, solo era un muro.

-¿Donde?- Pregunté por si había pasado algo por alto.

-Resulta que la habitación carece de ventanas; supongo que lo habrá hecho para que ella no escape. El caso es que el techo es absolutamente de cristal.- Seguro de si mismo prosiguió. -Ella duerme allí con él; pero él sale cada noche a cazar, siempre a la misma hora.-

-Eso es estupendo.- Exclamó el padre de la secuestrada.

-No del todo hijo.- Su semblante se volvió serio. -Resulta que sólo sale 1 hora y no sé si eso será tiempo suficiente. El cristal es bastante grueso y debemos hacerlo de manera sigilosa.-

-¿Que haremos entonces?.- Pregunto Bella.

-Edward tendrá que estar atento a los pensamientos de cada guardia que se encuentre dentro y fuera, eso nos dará un margen para escapar. Tú tendrás que mantenernos a todos dentro de tu escudo, por si algún guardia tuviese poderes. Jacob y yo intentaremos romper el cristal y sacar a Renesmeé de allí. En el castillo nos estarán esperando nuestros guardias y algunos amigos.-

-Por lo visto lo has estado planeando muy bien.- Dije con asombro y admiración.

-Es lo que tiene no poder dormir y vivir tantos años.- Respondió orgulloso. -Ahora subiremos al tejado y esperaremos nuestro momento.-

-¿A qué hora suele salir?.- Preguntamos.

-En media hora.-

Nos pusimos en marcha para asentarnos en el tejado. Cada paso fue firme y sigiloso. Tanto Edward como Bella estaban sumamente concentrados en sus respectivas tareas; mientras Carlisle sacaba unas pequeñas herramientas de un bolso que nadie había notado que llevaba.

-Espero que sepas utilizar estas herramientas Jake.-

-No las he utilizado nunca, pero se como funcionan.- Eran para cortar el cristal, una en especial era la mejor; me recordaba a la que utilizaba Tom Cruise en Misión imposible, lo cual era genial, porque esa no hacia nada de ruido. -¿De donde las has sacado?-

-Uno tiene que tener amigos en todos lados querido Jacob.- Esa fue toda la respuesta.

De repente oí algo a mis espaldas.

-Jane, pensé que no llegarías.-

-Perdona Carlisle, intentaba ponerme de acuerdo con Alec.-

-Jane estará con nosotros por si acaso; espero que no necesitemos de su don, pero es muy posible que si.- Nos explicó Carlisle. -Bien, empecemos.-

Con sumo cuidado fuimos abriendo aquel cristal, no era tarea fácil ya que no era un cristal normal; estaba compuesto por varias capas y nos llevo mas de 10 minutos abrirlas todas.

-Buen trabajo Jake.- Mencionó Jane.

-Ahora bajaré hasta Nessie.-

-¿No prefieres que baje yo Carlisle?.-

-Sé que tienes ganas de verla Jake, pero déjame que haga esto yo.-

No dije nada mas y dejé que se bajara.

Nessie despertó en cuanto sintió el olor y el ruido. Su abuelo la tomo en brazos y juntos subieron sin esfuerzos.

Antes de que pusieran un pie en el tejado, Jane se fue a visar a los demás.

Mi novia y yo solo nos miramos, no podíamos perder tiempo.

Nos fuimos como habíamos llegado, pero esta vez con nuestro trofeo.

Nessie

-Sebastian va a ponerse furioso en cuanto vea que no estoy.-

-Lo sabemos; además en cuanto vea el agujero del cristal sabrá que hemos sido nosotros. Pero tranquila hija, tu abuelo tiene todo previsto.- Dijo mi padre con alivio.

Llevaba unos minutos en el castillo y ya me habían colmado de caricias y besos, salvo mi novio que se encontraba en la parte mas alejada del enorme salón.

Me acerqué insegura hasta donde él estaba. -¿No vas a decirme nada?-

-Es que no sé que decir.-

-¿Que te alegras de verme?-

-Me alegro de verte!. Es sólo que temo por lo que vaya a suceder en cuanto él vea que no estas.-

-Pero eso no va a pasar hasta mas tarde, es más, pienso que no vendrá de inmediato.-

-Verte así me ha dejado en una especie de shock, lo siento.-

-¿Así como? ¿tan mal estoy?-

-No estas mal...-

-Hooo!! mis ojos!.- Sentí una culpa interminable...en todo mi cautiverio había cegado demasiadas vidas humanas, algo que pesaría siempre en mi conciencia y en la de mi novio. -Yo...Lo siento.-

-No lo sientas Ness. Sé que no habrías matado de no ser porque era la única manera de mantenerte con vida y te doy las gracias por ello; pero es la primera vez que te veo así.-

-No me daba opción a comer otra cosa.-

-Shh, no hace falta que me cuentes nada.- Me tapo los labios con un dedo, se acercó me dio el mas tierno de los besos.

Mientras me besada dulcemente noté como rodaban gotas saladas por mis mejillas. Hacía demasiado tiempo que no me sentía amada y respetada.

-No llores mi amor, ya estás a salvo.-

-Jake. Hay algo que debo contarte.- Me escrutaba con cautela y desconfianza, pero no por mí. -Sebastian...-

-Noooo! No quiero oírlo.-

-Pero yo...-

-Ya sé lo que vas a decirme, me dí cuenta en cuanto te vi con claridad.-

-No te entiendo Jake; creo que no hablamos de lo mismo.-

-Sí, de lo que ese cerdo te hacía, sólo de pensarlo me dan ganas de arrancarle su jodida cabeza.-

-¿Como lo has sabido?-

-No hay mas que mirar las marcas que tienes en el cuerpo, mi vida. Observo que no te has mirado al espejo últimamente.-

Me llevo hacia uno de los baños y allí pude verme. Gemí y sollocé al ver el aspecto que tenia.

Mi ojos estaban intensamente rojos, incluso más que los de Sebastian. Mi cuerpo estaba lleno de moretones y rasguños.

Jake me tomo suavemente por la cintura y me atrajo hacía él. Volvió a besarme, como si continuase el beso anterior.

Lo abracé con fuerza y aspiré su olor hasta grabarlo en mi mente otra vez. Disfruté del sabor de sus besos y del tacto de sus caricias.

Noté como su miembro se unía a mi bienvenida y Jake se apartó.

-¿Que pasa?-

-Nada.- Dijo con brusquedad.

-¿Como que nada? ¿Por que te apartas entonces?-

-Porque no quiero forzarte a nada. Sé que es duro para ti.-

-Jacob Black, en este momento no hay nada que desee, añore y anhele más que estar contigo.- Me acerqué a mi testarudo hombre lobo, cogí su mano y la posé sobre mi rápido corazón. -¿Lo sientes? Esta latiendo sólo por ti. Tú has sido la razón por la cuál me mantuve con vida.-

Mientras corría una lágrima lentamente con su mejilla tomó mi mano y la puso en su corazón. -Y el mío late por ti Renesmeé. De haberte pasado algo, te aseguro que ya no latiría.-

Nos dimos un abrazo, pero cuando fuimos a besarnos alguien nos interrumpió.

-Lo siento chicos, pero tenemos un sorpresita para ti Ness.- Dijo mi tía Rose mientras tiraba de mí y Jake.

Nos llevó hacia la cocina, allí estaban todos...Los guardias, la familia, la manada de mi novio y cada uno de los amigos de mi familia; eramos tantos que perdía la cuenta cada vez que empezaba a contarlos.

Había una tarta enorme, preciosa, de color rosa y rezaba "Bienvenida de vuelta a casa". Desde luego la tarta era sólo para mi y la manada de mi novio, que estaban super hambrientos.

Rompí a llorar de pura emoción. Todos querían abrazarme y darme ánimos.

Alice puso música y todos bailaron, bueno, no todos, pero si la mayoría.

Mi novio y yo bailamos hasta que nos dolieron los pies. Cuando eso pasó, me venció el cansancio y nos fuimos a dormir.

Los demás se quedaban a recoger y sobre todo a escuchar los planes de mi abuelo.