Fruta prohibida *Alma

Atardecía… Sentada observaba fijamente esa estrella...esa, que a pesar de la distancia nos hacía sentir cerca. Unas gotas bailarinas bajaban por mi mejilla, se entremezclaban con las hojas del frondoso árbol… el de la fruta prohibida.
Recostada sobre su lastimado tronco, el viento
susurraba tu nombre. El agua caía más fuerte envolviendo mi cuerpo, abrazándome con un manto cristalino. Me acurruqué, miraba con dulzura esa manzana tentadora, roja como tu boca, prohibida como tu amor. De repente comenzó la tormenta desatando una locura en ese paraíso verde.Brotaba ese olor particular de la tierra húmeda. A lo lejos, se veía el alto pastizal lleno de girasoles. Sus movimientos eran feroces, sus colores amarillentos danzaban volando con el aire; como látigos se movían las ramas del árbol que me protegía del aguacero.
Sin esperarlo cayó sobre mi perceptible cuerpo, esa delicia sensual, su hechizo estremecía todo mi ser y con mi boca deseosa, la saboreé; sintiendo que mordía tus carnosos labios.Dejé deslizar su jugo acariciando mi cuerpo junto a las gotas pesadas que caían de las hojas, impregnándose en mi  erizada piel, y esa fragancia dulce, me recordaba tu aroma.
En ese atardecer, como fruta madura, sentí el placer...

Este relato participó en  http://estanochetecuento.blogspot.com.es/2012/09/sep72-fruta-prohibida-de-karina-delprato.html