Mírame.
Ya no verás mis ojos brillar ,
no saldrán como cataratas mis lágrimas,
esa dulce y cautivante expresión
se transformó en fría y desafiante.
Obsérvame.
Ya no me quedan sueños ni fantasías,
no esperaré ese amanecer;
todo oscurece dentro de mi alma.
Siénteme.
Mi cuerpo está sin tu piel,
quedó en carne viva sin tu calor
nunca más sentirá pasión.
Óyeme.
Mi respiración es lenta ...
no se acelerará jamás mi pulso,
mis latidos ya no sienten los tuyos.
Tócame.
No puedes hacerlo,
antes tampoco,
pero lo hacías a través de mi mirada...
Y ahora...ya no queda nada.
No te iluminaré con mis pupilas
ni cobijaré tu alma...
Sólo sentiré soledad en los largos días,
y frío en las inmortales madrugadas.
Ya era hora de que el orgullo y la indiferencia hicieran presencia en un poema. No siempre un corazón compungido y doloroso por lo que la persona amada le hace.
ResponderEliminarMuy bueno.
Me ha gustado mucho, Karina. Y la música, como siempre, muy adecuada al estado de ánimo que presenta el poema.
Gracias Ricardo por tu comentario, esta vez el dolor sobrepasa y se transforma en indiferencia...Un besote :)
EliminarUna soledad elegida... la mejor de las soledades. "Conmigo misma" que es con quien muchas veces deseamos estar, sobre todo cuando estamos realmente solas en la presencia de alguien... que no debería estar a nuestro lado. Precioso Karyna, me encantó.
ResponderEliminarGracias Irene por tu visita,me pone muy contenta que te guste,a veces los escritos se interpretan depende la situación personal de cada uno, y uno los escribe dependiendo también del estado emocional del momento...
EliminarUn beso :)
Es el paso siguiente a la ruptura, la aceptación. La vida sigue, sin él.
EliminarMe ha gustado mucho K@ry, como siempre. Besos y gracias por compartir.
Muchas gracias Isabelle! besos para vos también :)
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